La Conferencia Central de Trabajo Económico celebrada en Beijing analizó los desafíos y avances alcanzados por la República Popular China en 2023.
Las perspectivas económicas de las agencias Moody's, FMI y S&P son negativas para China, y han rebajado las previsiones de crecimiento por una supuesta desaceleración, crisis inmobiliaria y debilidad de la demanda externa.
El Partido Comunista resaltó que la transición de una economía de escala a una de alta calidad debe hacerse manteniendo el crecimiento alrededor del 5%, para poder duplicar el tamaño económico en 2035, según estipula el Plan Quinquenal.
El Partido Comunista también reconoció la necesidad de seguir apoyando y fortaleciendo el sector privado para alcanzar los objetivos, pero siempre bajo la estricta supervisión según el modelo socialista chino, combinando la intervención estatal con el mercado, diferenciándose así de las economías occidentales.
